El melanoma es un tumor maligno que se origina en un tipo de células llamado melanocitos, los cuales producen melanina, pigmento que le proporciona el color a la piel, los ojos y el cabello. Afecta especialmente a individuos de raza blanca, puede aparecer en cualquier parte de la piel, en los hombres es frecuentes en el tronco (pecho y espalda) y en las piernas en las mujeres. El cuello, el rostro, las palmas y plantas son otros sitios comunes de aparición.
Existen factores de riesgo para desarrollar melanoma, como la exposición excesiva a la luz solar fuente principal de rayos ultravioleta (UV). Estos dañan el ADN de las células cutáneas, otros factores son antecedentes familiares y la presencia de Nevus melanociticos o lunares pigmentados.
La prevención del melanoma se basa fundamentalmente en evitar los posibles factores de riesgo (radiaciones UV) y educar a la población para reconocer las etapas precoces. Se debe acudir al Dermatólogo para realizar una evaluación de las lesiones melanóticas o lunares pigmentados; existe una regla para realizar un examen clínico de las lesiones pigmentadas, se conoce como el ABCDE de los lunares (Asimetría de la lesión, Bordes irregulares, cambio de Color, Diámetro > 6 mm y la Evolución), además el dermatólogo cuenta con equipos especiales como el Dermatoscopio para el adecuado diagnóstico.
Un lunar debe tener bordes simétricos, regulares y bien definidos, un solo color, diámetros menores a 5mm y de larga evolución, si existe alteración en alguna de las características descritas se debe descartar Melanoma Maligno.
Como en toda lesión maligna lo más importante es la prevención